Sólo hizo falta el primer día de caza de la temporada, para darse cuenta de la situación que se encuentra la caza menor. Mires a quien mires, preguntes a quien preguntes, de todos sin excepción obtienes la misma respuesta,... ¿dónde está el conejo?.... desde hace unos años, las poblaciones del lagomorfo en el coto venían disminuyendo drásticamente, pero hasta los límites de este año, nunca. Se puede decir que el 99% de conejos ha desaparecido.
Dicen los que "saben", que el virus de la Neumonía hemorrágico vírica ha mutado, y ya afecta también a los gazapos, pues hasta entonces apenas atacaba a los individuos más jóvenes.
Aquí en el coto está prácticamente extinto, y no hace falta que yo lo diga, lo véis cada uno de vosotros que salís al campo. Como consecuencia de ello, la presión cinegética se la llevan las demás especies como liebres y perdices. Lo peor, es que esta situación como no venga un milagro será por desgracia, para muchos años.

Bajo mi opinión, las administraciones sólo ven potencial en la caza mayor, por ser la caza que más dinero mueve. Sin embargo, el conejo, base de la cadena trófica en el monte mediterráneo y protagonista de la caza de siempre, de la caza social, aquella que practican la mayoría de cazadores que todos los domingos salimos al campo, esa caza chica, es como si miraran para otro lado. ¿De verdad creéis que si hubieran querido, no habrían llegado ya a una solución para nuestro conejo de monte en casi tres décadas?...
Este fin de semana, recordábamos con verdadera pena y nostalgia, la caza que había aquí y allá, sabeedores que aquellos tiempos ya no volverán, tiempos en los que el campo era campo, al menos, los hemos vivido, cosa que nuestros hijos, sólo podrán ver el conejo en las fotos de sus padres como testimonio de lo que un día hubo en el monte.
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