jueves, 6 de marzo de 2014

FIN DE LA TEMPORADA GENERAL

El pasado 28 de febrero se dió por terminada la temporada de caza 2013/2014, y qué os voy a decir que no sepáis. Hemos dejado atrás la que sin duda ha sido la temporada de caza más nefasta de la historia de la Sociedad. El 90% de los socios que salimos los domingos al campo, tenemos al conejo como pieza principal de caza, y cuando éste falta, todo, absolutamente todo, se tuerce.
Mi único conejo de la temporada.
Lo que antes era estar en un monte tras el conejo durante horas, dando tiempo a los perros a que hicieran su trabajo, hoy se resume en hacer kilómetros y más kilómetros por el campo con la esperanza que se arranque alguna de las escasas liebres o nos sorprenda el vuelo de alguna perdiz.

Todos sabéis a lo que me refiero, y todos además nos hacemos las mismas preguntas... ¿qué ha pasado con el conejo? y... ¿ahora qué?

Está claro que nuestro conejo se muere. Sea la mixomatosis, sea la vírica, los productos químicos que derivan de la agricultura de hoy en día, los predadores... todos en conjunto se alían, para que las poblaciones del lagomorfo en concreto y de la caza menor en general, estén en un estado crítico. Me atrevería a decir, que los conejos que se han abatido esta temporada en nuestros cotos, por desgracia, se cuentan con los dedos de la mano.

Iván y Chuchi con dos perdices y una liebre. 
Ahora lo que nos queda, es estar todos más unidos que nunca, confiar en los que saben para que puedan encontrar alguna solución efectiva al problema, y sobre todo toca confiar en la naturaleza, en nuestro campo y su capacidad de recuperación. Quizá, con la ayuda correcta, una situación que puede llevar muchos años de forma natural revertirla, podamos hacerlo en relativamente poco tiempo. Y para ello es fundamental, repito, la colaboración de la administración y todo el colectivo de cazadores.

¿Y qué ocurre cuando no hay conejo?... pues que liebres y perdices se llevan toda la presión cinegética. En este punto entramos los cazadores y nuestra forma de entender la caza. Deberíamos abatir sólo lo que, a nuestro juicio, el coto es capaz de soportar. Esto es, si por ejemplo a las 11 de la mañana ya tienes dos perdices, "¡olé tus huevos!" y baja la escopeta con la próxima perdiz. Sé que hay gente que lo ha hecho casi toda la temporada, es más, sé de algún socio que para él, llevar la escopeta era algo testimonial. En mi opinión, estos ejemplos deberían de abundar más. Tened en cuenta que aunque desde fuera se nos puedan dar unas medidas encaminadas a la recuperación de la caza menor, somos nosotros, los socios, los que realmente hemos de mirar por nuestro coto y nuestra caza menuda, porque nadie conoce mejor el coto que nosotros y creerme si os digo que nadie nos va a "sacar las castañas del fuego" mientras los socios estamos de brazos cruzados.
José y su liebre.
No obstante, tras todo lo ocurrido estos meses atrás, con encuentros entre administración, cazadores, empresas del sector, etc, esperaremos con paciencia e incertidumbre las posibles soluciones al respecto.

Paralelamente a este desaguisado, la caza mayor sigue en su línea de otros años, sobre todo el jabalí. En total han sido 36 los cobrados en las 4 batidas de este año o quizá debería decir en sólo 2 de ellas. Tan sólo los que estuvimos en la montería del día 9 sabemos la cantidad de litros y litros de agua que cayeron. En esas circunstancias es imposible cazar. Lo verdaderamente inexplicable, fue lo sucedido el día 15. Que en 400 hectáreas de mancha, no levanten los perros ni un solo jabalí, es un hecho que a todos nos ha dejado sin palabras y sin argumentos de qué pudo pasar. Sin ánimo de entrar en polémicas de lo sucedido, estas cosas, aunque inusuales e inéditas, nos hacen ver lo imprevisible que muchas veces es la caza. Como se suele decir, andando y aprendiendo.
Cazar no cazaríamos, pero el cocido extremeño que nos tenían preparado nuestras cocineras fue sencillamente espectacular.

Y como me decíais... "que el estar comiendo 50 personas a la misma mesa, todos juntos y con esa camaradería, vale más que cualquier otra cosa."



Y que verdad es, en la mayoría de ocasiones lo que realmente importa, más que el resultado al final de la jornada, son todos aquellos buenos momentos que tiene la caza, momentos que disfrutas más de ellos, si haces que sean en buena compañía. HASTA LA PRÓXIMA TEMPORADA.