viernes, 29 de junio de 2012

ESTABA CANTADO.


Era de esperar y sabíamos que iba a suceder. El día que el agente de medio ambiente vino a ver los daños, anotó sólo las parcelas de siembras en las que realmente los había, pero claro, que por aquellas fechas no hubieran tocado muchas siembras, no quiere decir que de ahí en un tiempo no hubiera daños en ellas, como esta sucediendo. Por tanto, ahora nos encontramos con que sólo podemos ir legalmente a esas parcelas declaradas, muchas de ellas ya con el cereal aguadañado hace días, y las otras que no se pusieron entonces, como digo por no tener daños y que las han dejado para cosechar totalmente destrozadas, y quién es el "guapo" que se arriesga a una sanción tal y como están las cosas.
Por otro lado están los agricultores, que cuando nos dicen que vayamos a sus siembras y les decimos que no, porque en su día no había daños en ellas y la administración no las incluyó en la relación de parcelas del permiso, se llevan las manos a la cabeza como lo hacemos nosotros y no podemos por menos pensar que realmente quien o quienes hacen las leyes y ponen estas normas no saben ni de caza ni de campo o directamente no usan el sentido común. 
Y que decir de los errores de omisión de parcelas que en su día visitamos, como la 109 del Alto Pelayo o la 154 del Valle de la Perera, y que no las han incluído en el permiso, o también la ya famosa parcela 287 que viene reflejada en el permiso (olivar que no llega a una hectárea) en vez de poner 297, parcela de 24 hectáreas en la que hay dos siembras de agricultores diferentes... vamos a pensar que son simplemente eso, errores, porque viendo la trayectoria que hemos tenido con los dichosos permisos da que pensar.
Está claro que nunca llueve a gusto de todos, pero hay cosas que son de sentido común y esta es una de ellas, sigo reiterando mi total descontento y desacuerdo con esta nueva normativa para las esperas, que sólo consigue poner "de uñas" a cazadores y agricultores.

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