domingo, 26 de agosto de 2012

¿QUIÉN ME PAGA A MI AHORA LOS DAÑOS?

El caso es que esta frase que bien puede parecerse a la que salió al candelero por un famoso reality de hace unos años, es la que más se está escuchando ahora por estos lares y claro, desde que la administración decidió que ya tiene que haber daños para conceder los permisos de aguardos.

Todos sabíamos que iba a ocurrir, y así ha sido, la labor preventiva que se venía haciendo estos años atrás con respecto a los daños ocasionados por los jabalíes en las cosechas, ha quedado relegada al baúl de los recuerdos para esta nueva administración.

Este sábado pasado me vino a casa un agricultor (AMCV) cabreadísimo, que me decía que se había gastado un dinero en gasoil labrando y en jornales para preparar el viñedo y que quien le pagaba ahora eso.
Le comenté la nueva situación que ha puesto la administración, que ahora los aguardos por daños ya no es una tarea preventiva, sino que ya ha de haber daños reales para que después de un informe del agente de medio ambiente te los puedan autorizar y que realmente todo el papeleo lleva un mes o mes y medio por lo menos.
El hombre se echaba las manos a la cabeza diciendo que cómo era posible, si los de "allí abajo" estaban locos o que... bueno, realmente nos las echamos todos, pues esto es un sinsentido.
Y como este señor, un buen puñado de personas han sido las que han venido quejándose del tema, y la pregunta de todos era común... ¿quién me paga a mi ahora los daños?
Nosotros los cazadores en ningún caso hemos dicho que no al hacer esperas, es más, estamos deseando salir al campo de aguardo, pero tenemos en la administración un freno muy gordo que da los permisos tarde mal y nunca. (Recordemos errores administrativos de los permisos de las siembras pasados.)

De momento, el agente de medio ambiente ya ha cursado este sábado pasado el informe de los daños, ha tardado la administración 22 días en informarle de nuestra solicitud por daños, sí señores, 22 días... ¿cómo es posible?... ahora a esperar otra semana o dos más hasta que lleguen las autorizaciones y para entonces más de la mitad de las viñas del coto estarán afectadas, algunas ya con el 100% de la cosecha, caso de la viña de José Costa en el "Alto Pelayo" o la de José Ignacio Berrío en "Cerrolonginos".
Desde este año y por ley, podríamos sacar precintos para esperas desde el 1 de junio hasta enero creo recordar, y por la extensión de nuestros cotos no llegarían ni a 15 precintos... ¿vosotros creeis que con este número de precintos se pueden controlar unos daños semejantes? sólo en los aguardos de junio en las siembras, se han abatido ya más jabalíes.

Esta medida de los precintos que para un coto privado de "cuatro" puede valer, con la típica picaresca española de "con un precinto mato diez", en una sociedad local es totalmente inviable y lo único que se conseguirá es fomentar el furtiveo, el registro de jabalíes por otras vías que no sean las oficiales o el dejar muertos los animales en el campo.

Os dejo algunas fotos de estos días que he recorrido el coto para corroborar los destrozos que digo. Daros cuenta, la cantidad de cosas que ponen las gentes en los viñedos para intentar pararlos. Al principio funciona, porque ven algo extraño, pero a la larga es inútil, pues los animales tienen hambre y sólo hace falta un guarrete joven y confiado en la piara para romper ese hipotético "temor" a entrar a comer, siguiéndole el resto.
Todas las fotos están sacadas en las zonas del Alto Pelayo, Cerrolonginos, Fumadel y Valle de la Venta.





Esta es la Viña de José Costa (Rato), en toda la viña sólo hemos contado 3 racimos, una auténtica verguenza. Fijaros el patoleo, parece que han estado las ovejas...





Los frutales también se llevan lo suyo, aquí un manzano...


Y una higuera...


El paso hacia una de las viñas, mas que paso parece una autopista.



Y las cosas que ponen los agricultores para intentar alejarlos. Empezamos con la camisa vieja sudada.


El molino ruidoso portugués es otra opción. 


La red que ondea al viento en el paso de entrada...


El pantalón de trabajo sudado...


La incombustible cinta de balizar...



La fila de botes con cuerda que al tocarla hace ruido...



El radio casette viejo con la radio puesta...


El pelo humano...


El bote de orina humana...


Y hasta la rana Gustavo colgada de un árbol... entre otros como azufre, naftalina, papeles, cds, etc.


Viendo esto me pregunto...
¿hace falta llegar a esto?, ¿cómo puede ser que tarden 20 días en comunicarle al agente que ha de venir a ver los daños?, ¿quién o quienes hacen las leyes?, ¿al hacerlo se acordarán de las sociedades locales?, ¿qué haríais vosotros?, ¿denunciaríais los hechos ante el organismo competente?, ¿llamaríais al periódico?...

Se echa de menos alguien en la administración que, en mi opinión, se deje de intereses, que utilice el sentido común y sobre todo que se recorra Extremadura para que vea las diferencias naturales entre las diversas zonas geográficas, para así, darse cuenta que, aunque bajo una misma ley de caza, deben existir puntualizaciones para cada zona. Hasta que ocurra esto, seguirán sufriendo las gentes del campo.

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